Los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala ejecutarán un proyecto agrícola para fortalecer la agricultura familiar, ante los impactos del cambio climático en el Corredor Seco Centroamericano.
El proyecto se denomina “Innovación para la reducción de riesgos agroambientales en países del Corredor Seco Centroamericano – Zonificación de Riesgo Climático Agrícola (ZARC) y Gestión de Recursos Hídricos”.
El proyecto consta de una serie de mapas municipales por cultivo y época de siembra, actualizados anualmente, donde se estiman probabilidades de éxito de la actividad agrícola tras articular datos climáticos, edáficos y fenológicos del cultivo.
Luego de realizar estudios y consultas técnicas sobre el potencial uso de esta herramienta para la región centroamericana, y en diálogo con los gobiernos involucrados, se consideró viable su implementación a través de la Cooperación Sur-Sur triangular (CSS).
LAS CAPACIDADES MEJORARÁN
La iniciativa ha tenido éxito en Brasil, por lo que será ejecutada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el apoyo financiero de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC) y el asesoramiento técnico de la Empresa Brasileira de Investigación Agropecuaria (Embrapa). , junto con los Ministerios de Agricultura.
El proyecto ZARC, financiado por el Proyecto Regional Iniciativa América Latina y el Caribe sin Hambre, firmado entre la FAO y el gobierno de Brasil, se desarrollará desde una perspectiva subregional.
Los objetivos incluyen mejorar las capacidades institucionales para la toma de decisiones relacionadas con los sistemas productivos del Corredor Seco, con el fin de aumentar la resiliencia y adaptación al cambio climático en los tres países.
La Ministra del Ministerio de Agricultura y Ganadería (SAG), Laura Elena Suazo, expresó que “el proyecto tiene mucha relación con los esfuerzos que hace la región, especialmente Honduras, para enfrentar el cambio climático”.
MATERIAL GENÉTICO
“Estamos de la mano con la Política de Estado para el Sector Agroalimentario (PESAH), donde es fundamental el tema del agua, no sólo el riego, sino la conservación del agua, la protección de las áreas de recursos hídricos”, afirmó.
El funcionario señaló que “también estamos trabajando en la generación de material genético como maíz y frijol con características de tolerancia a las altas temperaturas que nos toca vivir ahora, producto del cambio climático”.
A NIVEL REGIONAL
HARÁN PRODUCTIVAS LAS ZONAS ÁRIDAS
La representante residente de la FAO en Honduras, Fátima Espinal, señaló que construir resiliencia climática en la agricultura y las comunidades rurales constituye una tarea de la FAO, dada la vinculación con el desarrollo sostenible y su impacto en la seguridad alimentaria.
Por su parte, la embajadora de Brasil en Honduras, Andrea Watson, destacó que el proyecto permitirá a los países del llamado Triángulo Norte sacar productos agrícolas de zonas áridas del Corredor Seco con el apoyo de ABC y la asistencia técnica de Embrapa. , comparte la experiencia de Brasil en cuanto a hacer productivas las zonas áridas.
En el marco del proyecto regional de agricultura familiar, se realizó la primera Reunión del Comité de Apoyo al Proyecto (CAP), que permitió evaluar con las contrapartes involucradas en la cooperación, los avances, desafíos y alternativas encontradas y los ajustes necesarios para lograrlo. los objetivos de la Cooperación Triangular Sur-Sur (CSS).
En esta reunión se revisó y aprobó el Plan Operativo Anual y el Plan de Comunicación del proyecto.
Además, se analizaron los próximos pasos de las contrapartes nacionales respecto al periodo 2024-2025.
Durante la reunión también se llevaron a cabo tres días del Taller Regional de Zonificación Agrícola, con la participación de los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), y la asistencia y participación del representante del Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC) .
2 MILLONES DE PRODUCTORES DE GRANOS BÁSICOS VIVEN EN EL CORREDOR SECO
En el Corredor Seco Centroamericano (CSCA) viven aproximadamente el 50 por ciento de los casi 2 millones de pequeños productores de granos básicos de Centroamérica, la mayoría de los cuales se dedican a la agricultura de subsistencia.